19/4/12

Los grupos económicos también fueron parte (3)


María Julia Alsogaray, Roberto Dromi y Carlos S. Menem (1989)

2012, Cristina muestra un tubo con parte 
de la primera extracción de petróleo argentina.

En el marco de las reflexiones que el Archivo Caminante viene desarrollando acerca de las relaciones entre los grupos económicos, la última dictadura en Argentina y el proceso de privatizaciones desarrollado en el período 1989-2001, sugiero la lectura de este texto de Juan Torres, que me fuera enviado por Isaías Griñolo, amigo artista y activista de Huelva, España.

Este texto servirá de lúcida introducción a las nuevas entradas, que procuran articular las relaciones anteriormente nombradas con la maquinaria actual que da soporte económico y legitimación social a determinadas prácticas artísticas en Argentina. 
Aquí, el texto de Torres, que lo disfrute:

Juan Torres López
Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla

La única manera de entender las razones que provocan el furor con que el gobierno español, los medios de comunicación y tantos tertulianos de toda laya defienden a Repsol no puede ser otra que comprobar el amplio listado de ex autoridades del Estado, incluyendo actuales ministros, que han estado en su nómina, las miles de páginas y horas de su publicidad que financian a los medios y quién sabe qué otro tipo de influencias más inconfensables e inconfesadas.

Defender la españolidad de Repsol es algo demasiado forzado y olvidar que los que ahora lo hacen con tanto ímpetu fueron, en su gran mayoría, los que promovieron y llevaron a cabo la privatización de empresas que entonces sí que eran efectivamente españolas, no solo porque la totalidad o la inmensa mayoría de su capital era español, lo que quizá incluso sea lo de menos, sino porque la estrategia empresarial que perseguían respondía a intereses nacionales y no globales que apenas si repercuten en el progreso de España y en el bienestar de sus ciudadanos.

Desde que fue privatizada, Repsol tiene su cerebro y su alma puestos en otros lugares e intereses y no se puede decir que haya sido España en su conjunto quien se haya beneficiado de su actividad empresarial. Utiliza paraísos fiscales para tratar de tener aquí la menor carga fiscal posible, ha destruido empleo y a docenas de pequeñas y medianas empresas española al someterlas a condiciones de pagos draconianas a pesar de que cuenta con abundantes recursos financieros y liquidez suficientes.

Es por ello una perversión inaudita que el gobierno y ex políticos en su nómina salgan a defenderla y que no dijeran nada cuando Repsol actuaba de esa manera lesiva para la economía nacional.

Y si la actuación en España de Repsol ha resultado tan escasamente beneficiosa para nuestros intereses nacionales su comportamiento en el exterior resulta sencillamente vergonzoso y justifica que los españoles “de bien y como Dios manda”, por utilizar la expresión que tanto le gusta a Mariano Rajoy, hubieran condenado hace tiempo sus desmanes y tropelías, especialmente, por cierto, en las tierras que en los discursos oficiales tanto alabamos considerándolas como nuestras hermanas. En Ecuador, Bolivia y otras latitudes ha provocado grandes daños medioambientales y sociales y vulnera constantemente los derechos humanos de pueblos enteros, generando una ingente deuda ecológica allí donde actúa. Como otras multinacionales, que en realidad no tienen Patria alguna, Repsol ha promovido gobiernos totalitarios con los que poder llegar a acuerdos que la exonerasen de pagar impuestos y cuando otros dignos y con vergüenza se lo han exigido ha puesto el grito en el cielo y recurrido a su españolidad, como ahora, para recabar el apoyo de gobiernos y medios de comunicación.

¿Dónde estaban entonces los defensores del libre mercado y la competencia, de la justicia, la libertad y los derechos humanos?

En Argentina, como en otros países, Repsol utiliza las respectivas filiales nacionales, como hacen todas las empresas multinacionales, para fijar los llamados “precios de transferencia” (artificialmente bajos para hacer que aparezcan pérdidas allí donde conviene y beneficios en donde pueden conseguir tratamiento fiscal y condiciones políticas más favorables). Y en lugar de orientar la explotación de los recursos nacionales hacia el abastecimiento interno que cubra las necesidades de la población y satisfaga los respectivos intereses nacionales, se utiliza como parte de una estrategia de maximización de beneficios global que, entre otras cosas, pasa por considerar al petróleo, y al resto de las materias primas, como una commodity, es decir, no solo un bien orientado a la producción y el consumo sino, sobre todo, a su utilización como activo financiero para especular con él en los mercados.

Confundir los intereses de Repsol con los de España es un insulto a la inteligencia de los españoles. Ni es española por la composición de su capital -mayoritariamente en manos de intereses extranjeros-, ni por la estrategia empresarial que persigue ni, como he dicho, porque beneficie principal o sustancialmente a las familias o empresas españolas. Más bien todo lo contrario.

Y la defensa numantina que ahora quiere hacer de Repsol el gobierno resulta verdaderamente patética y vergonzosa cuando día a día se somete sin más a los mercados, a los bancos que han provocado la crisis, a los grandes grupos empresariales y al gobierno alemán que impone medidas totalmente lesivas para los intereses españoles. ¡Eso sí que merecería una respuesta valiente y patriota por parte de nuestro gobierno y de los medios de comunicación!

Lo que está haciendo el gobierno es patético y se debe decir claramente: no está defendiendo los intereses de España y de sus ciudadanos, como dice, sino de una gran empresa a la que España, el bienestar de su población o la situación de las empresas  que verdaderamente están aquí tratando de sacar adelante la actividad y el empleo sin gozar del apoyo y los privilegios de Repsol, le importan un rábano en el día a día de sus actuaciones

Ya está bien de tanto teatro y de tanta sumisión ante los grandes. Lo que necesitamos en España no son precisamente repsoles que se dediquen a ganar dinero a espuertas en Argentina y otros países a base de mal explotar sus recursos, de evadir impuestos y expatriar beneficios a paraísos fiscales, sino un gobierno digno que se plante ante quienes de verdad están llevando a la ruina a la economía española.

Publicado el 17 de Abril de 2012.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/5101/repsol-no-es-espana/


11/4/12

Los grupos económicos también fueron parte (2)


Los grupos económicos también fueron parte de la dictadura, y también encontraron aliados en la cultura y el sistema de arte, tanto para hacer negocios como para intentar administrar y gestionar el imaginario popular. 

La continuidad entre la última dictadura militar y el modelo neoliberal de los '90 se expresó de modo elocuente: liquidación y saqueo del Estado y de los recursos naturales, destrucción de los lazos sociales, exclusión, desocupación, flexibilización, intentos de destrucción de la educación y la salud públicas, especulación y negocios privados con los fondos jubilatorios, finalmente represión a las luchas sociales e impunidad a los genocidas. 

En el sistema del arte -desde fines de los 80 denominado "contemporáneo"- muchos de los actores que se beneficiaron con estas políticas privatizadoras, generadoras de deuda externa y de más y más indignidad, encontraron un territorio fértil para autolegitimarze socialmente, pero también para legitimar prácticas culturales y artísticas silentes ante este proceso excluyente, prácticas artísticas descontextualizantes y des-historizantes. Artistas silentes e historiadores-archivistas ciegos, una dupla muy funcional para esta construcción.
 
Luego de la caída de los paradigmas de la modernidad, de su particular concepción del tiempo, su pretensión de universalismo y sus formas de ruptura vinculadas a la idea de vanguardia, el arte se transformó por arte de magia en contemporáneo. Se intentó eludir de modo evidente y casi paranoide asumir el estrecho vínculo que une a las prácticas artísticas con los nuevos paradigmas de pensamiento, concretamente con la posmodernidad.  

Casi nadie (salvo algunos arquitectos, tal vez algunos músicos, muy pocos escritores y casi ningún artista visual) se asume en estas tierras como posmoderno. Es preciso aclarar que el posmarxismo propone un horizonte, aunque se presente tapado por las nubes, mientras que el neoliberalismo (el fascismo posmoderno) más bien nos enfrenta a un abismo. Para nuestros países, con historias coloniales, resulta bien vital qué clase de "pos" se supone que deberíamos encarnar. Es muy probable, sin embargo, que hundiéndonos en nuestra américa profunda, sea el salirse de esta línea de tiempo nuestra primera y mejor opción. 

Claro, ser contemporáneo es mucho más tranquilizador para muchos. Sin dudas, para las élites transnacionales que se beneficiaron con los negocios privatizadores y saqueadores, la contemporaneidad es un buen escudo protector. 

El Archivo Caminante propone agudizar nuestras reflexiones sobre la relaciones entre arte, tiempo y poder. En mi trabajo Los niños de la soja (2010), ya hice referencia al trueque de memoria por historia: el truco que hace que nos concentremos en recordar el o los pasados, olvidando la historicidad de nuestras vidas presentes, de nuestra capacidad de crear nuestra historia hoy. 

Es interesante analizar los conceptos, nociones, y términos que la élite que es el continuismo de la última dictadura militar (y los artistas que se sienten a gusto siendo parte de ella) nos proponen día a día. También es interesante ver qué corporaciones, patronales o fuerzas políticas dan soporte económico a qué prácticas artísticas. Nada nuevo, aunque es preciso reconocer su tuneado último.

Caminando en el territorio de los agentes, última expresión que se suma al interior del arte contemporáneo, el Archivo Caminante sigue imaginando y preguntando.

Por Memoria, Verdad y Justicia. 
Por una verdadera redistribución de la riqueza en las artes visuales y en la cultura.
Por la creación de nuevos circuitos de recepción y circulación del arte, que nos pertenece a todos. 

Pronto más.



En Noviembre de 2007, luego de un repudio público por parte de la comunidad artística, Alejandro Reynal, Vicepresidente del Banco Central de la República Argentina durante la gestión de Adolfo Diz (1980), debió renunciar a su candidatura a la presidencia de la Fundación ArteBA.

José María Dagnino Pastore


Durante parte de la gestión de Fortabat en el Fondo Nacional de las Artes,
compartieron la conformación de su Directorio 
José María Dagnino Pastore, Clorindo Testa y Luis F. Benedit.

Amalia Lacroze de Fortabat, 
Domingo F. Cavallo y Fernando de la Rúa.

Amalia Lacroze de Fortabat (1921-2012) y Carlos S. Menem.

Jorge Glusberg (1932-2012)

Entre 1992 y 2003 la Presidencia del Fondo Nacional de las Artes estuvo a cargo
de la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat. Entre 1994 y 2003 la Dirección del Museo Nacional de Bellas Artes estuvo a cargo del Arq. Jorge Glusberg. Son conocidos los negocios del cemento y la iluminación de estos empresarios con la última dictadura militar, vinculados a la construcción de las autopistas porteñas y a la remodelación, construcción e iluminación de los estadios de fútbol rumbo al mundial de 1978.

José María Dagnino Pastore
Ministro de Economía (en 1982, luego de la Guerra de Malvinas) del dictador Gral. Galtieri.
Aquí lo vemos durante la asunción de Domingo F. Cavallo
como Presidente del Banco Central de la Argentina.
 
Brig. Osvaldo Cacciatore, 
Intendente de facto de la Ciudad de Buenos Aires (1976-1982)

Arquitectos Clorindo Testa, Luis F.Benedit y Jacques Bedel
son elegidos en 1979, durante la gestión de facto del Brigadier Osvaldo Cacciatore para la remoción del Asilo de Ancianos Gob.Viamonte y la construcción del Centro Cultural de la Ciudad de Buenos Aires, inaugurado en diciembre de 1980
luego rebautizado Centro Cultural Recoleta.

El Gral. Humberto Viola sucede al Gral. Jorge Rafael Videla, en 1981.

Almirante Jorge Isaac Anaya, sucesor del Alte. Lambruschini en 1981.

Almirante Armando Lambruschini, Jefe de la Armada Argentina en 1981.

Arq. Clorindo Testa 
Ganador del Proyecto para el Hospital Naval de Buenos Aires en 1970,
inaugurado en 1981 (Dictadura del Gral. Viola, Ministro de Economía Lorenzo Sigaut)

José María Dagnino Pastore, 
Ministro de Economía de la dictadura del Gral. Onganía (1969-1970)
Ministro de Economía de la dictadura de. Gral. Leopoldo F. Galtieri (1982)

Dictadura del Gral. Juan Carlos Onganía (1966-1970)

Arq. Clorinto Testa
Ganador del Proyecto de la Biblioteca Nacional en 1962.
Terminada en 1992 ( Presidente Carlos S. Menem, Ministro de Economía Domingo F. Cavallo)
 
Ing. Alvaro Alsogaray, Ministro de Economía
de Arturo Frondizi (1959-1961) y de José M.Guido (1962)

Federico Pinedo, Ministro de Economía 
de la dictadura del Gral. Agustín P. Justo (1933-1935)
de Ramón M. Ortíz (1940-1941) y de José M.Guido (1962)

José María Guido (Presidente 1962-1963)
con el Peronismo Proscripto.

Eduardo Molinari / Archivo Caminante

Mi foto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Artista visual. Licenciado en Artes Visuales. Docente Investigador en el Departamento de Artes Visuales / Universidad Nacional de las Artes (UNA), Buenos Aires, Argentina. Su obra se compone de dibujos, collages, fotografías, instalaciones, intervenciones en el espacio público y publicaciones. En 2001 funda el Archivo Caminante. Desde 2010 coordina junto a Azul Blaseotto La Dársena, Plataforma de Pensamiento e Interacción Artística / Visual Artist. Professor & Researcher at the Visual Arts Department - National University of Arts, Buenos Aires, Argentina. His work is composed by drawings, collages, photographies, installations, public space interventions and publications. In 2001 he founded the Walking Archiv. Since 2010 coordinates with Azul Blaseotto The Dock, Platform of Thinking and Artistic Interaction. +info: www.plataformaladarsena.blogspot.com Contacto / Contact: archivocaminante013@gmail.com