27/12/17

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 6

ACTO 2.

Visitamos solamente un primer tramo de la Ruta 86. No teníamos el tiempo necesario para hacer la itinerancia completa. Allí escuchamos las voces de quiénes sufren las consecuencias del modelo de agronegocios, del desmonte y las fumigaciones. Agradecemos infinitamente habernos recibido y sus ganas de compartir las historias de sus vidas cotidianas y sus luchas. Agradecemos infinitamente a Nancy López (Comunidad Ahayuck "El Mistol"), Leda Kantor, Cacique Isaías Fernández (Comunidad Weenhayec "El Quebracho"), Lisandro Robeiro (Cacique Comunidad Ahayuck "El Mistol"), Jorge Altamirano (Cacique Comunidad Kilometro 5), Jorge Moreno (Cacique Comunidad Sachapera) y Modesto Rojas (Cacique Comunidad Fowli "El caburé" 5).

Es nuestro deseo que la difusión de sus palabras sea un primer aporte para sumar nuestro granito de arena en esa lucha. No están solos aunque la crueldad de la agresión del modelo transgénico ataca primeramente sus cuerpos y sus espíritus. Lamentablemente, esa agresión se expande y llega, como la deriva del glifosato, hasta las grandes ciudades. Cada uno a su manera, somos víctimas de la Sojacracia.

En escena, luego de la lectura del Historiador Ciego, se proyectó el video realizado por el antropólogo Carlos Masotta, las entrevistas a  Nancy López, Directora de la radio FM La Voz Indígena y de los Caciques Isaías Fernández y Lisandro Roberio.

















                                                                                                                                                   

Fragmentos del testimonio del Cacique Isaías Fernández, Comunidad Weenhayec, Tartagal, Salta.

"Las fumigaciones de este veneno para las plantas dañan el monte, lo destruyen. Sobre toda la Ruta 86 hay puro desmonte. No sé si habrá una ley que se prohibe el desmonte, pero hoy la gente criolla vive de eso, de la madera que venden. Y ya puede decirse que el bosque se está terminando. Nosotros, aquí en la comunidad del Quebracho, estamos en el kilómetro 6 que está rodeado de fincas. Cuando llega la época de siembra y empiezan a fumigar nos vemos muy afectados, los chicos, las embarazadas, con síntomas que no aparecen al instante, pero después aparece la enfermedad. Cuando fumigan la finca aquí cerca, uno se queda ahí sentado, mirando... si llamo a la policía o le aviso a una autoridad, a políticos al juez o al fiscal, es posible que no nos presten atención. Le dan prioridad a un abogado, a un juez o a una persona que tiene letra. Y el aborigen se queda ahí nomás, no puede actuar.
























Fragmentos del testimonio de Lisandro Robeiro, Cacique de la Comunidad Ahayuck, Tartagal, Salta.

"Aquí viene mucha gente, empresarios que compran tierra, no menos de cinco mil hectáreas. Después llegan las topadoras a voltear el monte. Todo el trabajo ancestral de las mujeres, los hombres, las cáscaras de madera, las hojas para teñir el tabaco, todo eso desaparece, muere con nosotros y jamás va a volver porque el monte se ha convertido en campo. Cuando oponemos resistencia, nos dicen que somos flojos, bárbaros, imbéciles. No sé si ustedes van a transmitir o a mostrar esto que están grabando, porque cuando hay desalojo traen cámaras y empiezan a enfocar y cuando pasan fragmentos por televisión, no muestran lo que realmente pasa: que nos han quitado hasta el último botón del territorio donde hemos vivido siempre."
























Fragmentos del testimonio de Nancy López, Directora radio FM La Voz Indígena, Tartagal, Salta.

"El peor conflicto que hemos vivido fueron los desalojos. Presenciamos la usurpación del territorio de Las Carpas, las casas de donde nos sacaron por la fuerza, los golpes a las mujeres y el maltrato a los niños. La policía llegó a las seis de la mañana, precisamente la hora en la que los niños están en un sueño profundo. Sorprendidos, muertos de susto, salieron corriendo y se refugiaron en el monte. Eso fue en el reclamo de 2014, cuando todas las comunidades se levantaron reclamando por causa de las fumigaciones. Porque aquí fumigan con "el zancudo", así le decimos al tractor, a menos de cien metros de distancia. Nos fumigan todo el tiempo, no importa si nos provocan dolores de cabeza, náuseas, vómitos. Cuando fumigan por la mañana, los mareos y los vómitos empiezan al mediodía, afecta tanto a los chicos como a los adultos."

"Cerca de aquí existe una pista donde se abastecen los tanques. Cuando llueve, el veneno se filtra en el agua que abastece a las comunidades. Y los chicos, que son chicos, son inocentes, no saben n ada, ven una agüita estancada, un agua de lluvia que se estanca en la calle, y ellos van y se bañan. Poco tiempo después una ve que brota, brota por todo el cuerpo el zarpullido."

"Nuestra vida está plantada en medio del desmonte y por eso corre mucho riesgo. Ya no sentimos el oxígeno que nos dan los árboles, el aire está seco, los cuerpos que tenemos ya no sienten la fuerza de antes, se van muriendo, se van secando."

"Como pueblos indígenas, nosotros decimos que los árboles son nuestras madres. Como bien dijo un Cacique, cuando cortan un árbol, cuando por ejemplo cortan el algarrobo, es como cortar la cabeza de una madre. Eso es lo que dicen nuestros abuelos. Porque ellos nos han dado vida, nos han alimentado, entonces nosotros consideramos que los árboles son madres. Estamos muy ligados a nuestros árboles porque ellos nos han sustentado desde el principio, por ellos vivimos, por ellos crecimos, por sus frutos, entonces cuando cortan un árbol sentimos que una madre se fue. Esa es la historia que tenemos de los árboles."






























































Fotos: Stills de Video Teatro Cervantes.
Fotos Tartagal: DocAC/2016.

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 5

ACTO 2.

El Historiador Ciego retoma su lectura. Nos dice:

"Tomamos la decisión de viajar a Tartagal y Las Petacas con la convicción de que en dichos territorios íbamos a poder aproximarnos a algo así como la "cosmovisión o cosmogonía transgénica". El caminar como práctica estética propone que cada uno de nosotros, mientras realizamos dicha acción, leemos y escribimos simultáneamente en el espacio ¿Y qué leemos y escribimos en la tierra sino nuestras visiones diversas del mundo?"






















































Escudos de Tartagal (Salta) y Las Petacas (Santa Fé).


"¿Qué nos obliga a ver el modelo extractivista?
Pero más aún... ¿que nos obliga a NO ver, qué cubre con su manto tóxico?

Pensar un teatro del desmonte y la fumigación es pensar un lenguaje artístico que nos permita percibir y tomar consciencia de que la maquinaria transgénica articulada con el poder financiero imponen un régimen de sensibilidad basado en la ceguera. Que la maquinaria transgénica impone y reproduce un orden fundamentado en todo aquéllo que somos obligados a NO ver."

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"Tartagal se encuentra en el Departamento General José de San Martín, Provincia de Salta. Cercana a la frontera con Bolivia, posee la mayor concentración de comunidades originarias del país. A pesar de ello, el racismo y la violencia signan una relación en la que los saberes ancestrales no significan nada para las corporaciones y el Estado."

































"Visitamos al Secretario de Prensa de la Intendencia de Tartagal, quien nos recibió en su despacho. Sentado en su escritorio, con la silueta del Libertador General San Martín a caballo pintada en la pared de la oficina a sus espaldas, nos atendió mientras suspendía la lectura de un libro.

Charlando sobre nuestro interés en la historia de Tartagal, nos sugirió dirigirnos a la biblioteca pública, pero no dejó también de proponernos la lectura del material que tenía entre manos: El duende amigo. Recopilación regional de historias patrias y leyendas. "Para niños de 0 a 99 años", encontré luego en internet. Llamó especialmente mi atención la estrategia pedagógica del autor del libro consistente en establecer un pacto con el duende: aceptar escuchar de la boca de éste ser los relatos de la historia del norte argentino. Nos despedimos del Secretario a los pocos minutos."




























































































"Si cada pueblo realiza la política que imagina, no pude entonces y ahora, dejar de preguntarme: ¿al servicio de los intereses de quiénes se realiza dicho pacto?, ¿al servicio de quiénes el Duende Amigo gestiona y administra el imaginario social de esta región del país, mientras que las comunidades originarias y sus cosmovisiones son encajonadas a los costados de la Ruta 86 y obligadas a un permanente desplazamiento por los procesos judiciales y policiales de desalojo a partir del accionar de familias tradicionales que dicen ser los propietarios de esas tierras?"








Fotos: Mauricio Cáceres para Teatro Cervantes.
Fotos Tartagal: DocAC/ 2016.

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 4

ACTO 1.

Ya están en escena El Historiador Ciego y la antropóloga Gabriela Polischer. Luego de sus palabras ingresa el tercer protagonista de El manto, el antropólogo Carlos Masotta. No se lo reconoce con facilidad. Ha decidido hacerse visible encarnando los símbolos del teatro del desmonte y la fumigación. Aquí, fragmentos de su lectura:



























Recordando la imagen del ángel que corona el frente del edificio del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, Provincia de Buenos Aires, nos dice: "(...) con sus alas desplegadas, el ángel vuela sobre el mundo. En una mano esgrime la palma de la victoria mientras, con la otra, tironea del manto que cubría el globo de la tierra. Se trata de la escultura que representa a las ciencias naturales en su acción del descubrimiento (...) Pero en el ángel del manto hay algo más. Con su acción (...) anuncia al mundo como vida desnuda y expuesta a ser intervenida más allá de la historia, más allá de la ley. Pensando en cómo dramatizamos nuestra relación con la naturaleza, al caso que nos reúne lo hemos llamado el teatro del desmonte y la fumigación. Y este drama tiene también sus ángeles y símbolos. Hemos identificado dos: la motosierra y la máscara antigas. Los medios masivos y sus imágenes son el escenario de este teatro ampliado del terror que entra fácil en sus casas, se sienta frente al televisor o la pantalla de cine y puede completar su diseño siniestro con el comando del video juego (...) La motosierra se ha ficcionalizado. Y con esto tenemos el ejemplo claro del gusto por la aplicación de una tecnología de corte, poda y desmonte al dominio cruel sobre las personas."




























"La máscara antigas es otro caso. Por terrorífica, la máscara, igual que la motosierra, no es menos seductora. Pasó rápidamente de las campañas preventivas de ataques militares a una moda que gusta mostrar a la sociedad enmascarada de esa forma. Como una especie de moda sadoatmosférica. La máscara antigas lleva implícita la metáfora de la inmunidad ambiental. Igual que con la motosierra, el corte o la discontinuidad dominante de un sujeto con la naturaleza es su razón de ser."































Fotos: Mauricio Cáceres para el Teatro Cervantes.

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 3

ACTO 1.

Luego de la introducción realizada por El Historiador Ciego, hace su aparición en escena la antropóloga Gabriela Polischer. Ella es integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria (CALISA). Aquí, fragmentos de su lectura:


























" (...) lo que se piensa que es producto del calentamiento global es, en realidad, consecuencia de los desmontes. Salta y Santiago del Estero son las más afectadas. En los últimos 25 años se desmontaron en el país casi 8 millones de hectáreas (el tamaño de la provincia de Entre Ríos). Estas amplias áreas ganadas al bosque se utilizan para el monocultivo, generalmente de la soja. En Argentina, tercer productor mundial después de EE.UU. y Brasil, estamos cerca de 20 millones de hectáreas cultivadas con soja transgénica que se fumigan con más de 200 millones de litros de glifosato al año. No podemos desconocer este ecocidio como problema global. Los pobladores cercanos han visto aumentar sus erupciones en la piel, enfermedades de vías respiratorias propias y de sus hijos, padecer abortos espontáneos las mujeres o nacimientos con malformaciones de sus crías y la de sus animales cuando no la inexplicable muerte de ambos. Y el crecimiento del cáncer (...)"

"La semilla, en realidad un 'evento transgénico' que nada conlleva ya de naturaleza, sobrevive y se convierte en producto. Es un commodity, no es un alimento. Cotiza en bolsa, llena los bolsillos de quienes la siembran y exportan. Es decir, alimenta a los cerdos... también a los de China e India. Denunciar no es fácil para los pobres. Los campos vecinos son, a veces, su única fuente de trabajo. Si es que ya no se enfermaron por haber sido los trabajadores a cargo de la fumigación -sin protección alguna-. Un cerco para desmalezar cada tanto puede ser el ingreso monetario (o en especies) que hace la diferencia. El dueño del campo paga el silencio permitiéndoles atravesar estos terrenos gracias a lo que se ahorran largas caminatas que les permiten llegar más rápido a las escuelas todos los días, o a una ruta. Y cuando hablamos más rápido decimos 15 km. a pie. Por eso este modelo subsiste."




























"Las retenciones pueden ser mayores o menores pero los dueños de la tierra siempre ganan. Especulan y ganan. Se quejan, claro, pero ganan. Enferman, claro,pero ganan. Producen muerte, claro, pero ganan."

Fotos en escena: Mauricio Cáceres para el Teatro Cervantes.


23/8/17

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 2

ACTO 1. EL HISTORIADOR CIEGO.

Breve introducción molecular.

Saliendo del último vagón del subte línea "B", la escalera que da a la calle en la estación Medrano me parece demasiado lejana. Con dificultad camino hacia ella. Creía que era de noche pero desde abajo alcanzo a darme cuenta que ya ha salido el sol. Llego a la vereda con el ritmo cardíaco acelerado y casi sin aire. Mi rostro, reflejado en el acrílico de una publicidad, me muestra fugazmente como John Blaylock, el personaje encarnado por David Bowie en el film El ansia. Me asusta pensar que estoy volviéndome viejo demasiado rápido. Esta agitación y susto se repiten los días siguientes. Decido consultar a un doctor.

Pensar las relaciones entre ciencia, naturaleza y arte resulta un inmenso desafío al interior de un proceso en el que las palabras y las imágenes cobran nuevas significaciones y resonancias luego de habitar la expansión de conciencia que provoca padecer una enfermedad molecular. Las moléculas, como las semillas, son unidades mínimas que alojan y expresan la pura vida.























































Entre junio de 2007 y febrero de 2008 viví por primera y única vez fuera de Argentina. Residí en Alemania, en las ciudades de Berlín y Chemnitz. Durante mi estadía adquirí una distancia que me permitió creer que comprendía mejor algunos rasgos de nuestra "argentinidad". No habían pasado dos semanas de mi regreso al país cuando estalló el llamado "conflicto del campo" y con él, estalló dicho supuesto. El 11 de marzo de 2008, luego de la decisión del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de establecer un nueva esquema de retenciones a las exportaciones de cereales (Resolución 125), dió comienzo un conflicto con las patronales del agronegocio que duró cuatro meses y desplegó una inusitada violencia. Violencia en los debates políticos pero por sobre todo en acciones concretas: se arrojaron alimentos a las rutas, se hicieron piquetes que bloquearon carreteras nacionales y el ingreso a los puertos, se prendieron fuego campos y los porteños respiramos ese humo, hubo desabastecimiento de alimentos en distintas ciudades del país.

Como persona, porteño habitante del mundo urbano, también como artista visual, me dí cuenta que tenía muy pocas palabras y muchas menos imágenes para procesar dicho conflicto y que mi cuerpo carecía de registros sensoriales del mundo-soja. No sabía si la soja nos llega al tobillo o al cuello. No tenía idea de la dimensión territorial del fenómeno extractivista. No conocía los efectos de los agroquímicos. Solamente tenía en mi memoria una postal del campo: un cielo celeste, un horizonte lejano, un campo verde poblado de vacas blancas y negras, un alambrado y la ruta. Pero las primeras visiones que tuve del "nuevo campo" fueron otras: la cabeza deforme de un niño y un raro mapa ameboidal.






























Buscando en internet encontré un artículo de 2006 del diario La Capital de Rosario que describía como los productores sojeros de la localidad santafesina de Las Petacas utilizaban niños de entre 12 y 15 años como señales vivientes para marcar los límites del área de cultivo a los pilotos de los aviones fumigadores y los mosquitos que debían echar glifosato. Los "niños bandera" (así los llamaban) eran rociados sin ningún equipo de protección. Igual que las plantas, los animales, la tierra y el agua. Un retrato fotográfico de un "niño bandera" ilustraba la nota. Esta foto quedó grabada en mis retinas, del mismo modo que la incómoda sensación de que algo inhumano daba sustento al nuevo modelo de producción de alimentos.

La segunda imagen que encontré, sin moverme de mi casa, fue una propaganda del año 2003 de la semillera multinacional con base en Suiza Syngenta, actualmente en manos de ChemChina. Como parte de la publicidad de sus productos, Syngenta nos decía que "la soja no tiene fronteras" y nos mostraba un mapa de una imaginaria República Unida de la Soja. Una ameba verde multiforme, una ficción territorial bien real de su autoría que agrupa porciones de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, que continúa hasta hoy en expansión.






























Mis deseos de habitante urbano de acercarme físicamente a un campo transformado por la biotecnología y los agronegocios, de conocer sus escalas, proporciones, olores, colores y sobre todo, de intentar habitar (aunque fuera por un breve fragmento de tiempo) el mundo invisible de las plantaciones transgénicas, se toparon con un aspecto inesperado: el mundo-soja tiene una apariencia amable, poblado de verdes, quietudes e intensidades. Pero algo extraño escapa al campo visual, fuga de nuestros sentidos hacia otra parte del cuerpo, golpeándolo fuertemente en el estómago. El mundo-soja está lleno de agujeros negros, de tajos hacia otra y ninguna parte. Es lo que no se ve lo que lo define, en absoluta sintonía con la noción misma de lo transgénico.

Un interrogante surgió entonces y se los pregunto ahora: ¿cuáles son los requisitos filosóficos, estéticos, culturales para que este modelo sea posible? ¿existe lo que podríamos llamar una cultura transgénica que habilita la implementación de esta hegemonía extractivista o es al revés, es el modelo de monocultivo el que impone monocultura transgénica?

Junto a los antropólogos Gabriela Polischer y Carlos Masotta decidimos para nuestra participación en el presente ciclo, visitar las localidades de Tartagal en la provincia de Salta y Las Petacas en la provincia de Santa Fé. Ambas localidades se presentan como territorios en conflicto, lugares en los que el monocultivo transforma todas las relaciones entre los seres vivientes en una cuestión de números: metros, hectáreas, litros, kilos, toneladas, y por sobre todo: dólares.

El Archivo Caminante y el Historiador Ciego los invitan a realizar un viaje a través de los mecanismos mortíferos de la maquinaria de la agricultura industrial. Buenas noches. Bienvenidos al interior de los pliegues del Manto con el que nos cubre la república unida de la soja.
Bienvenidos al teatro del desmonte y la fumigación!





























Collages: DocAC/2017.
Fotos en escena: Mauricio Cáceres para el Teatro Cervantes.


7/8/17

El manto. Nuevas noticias de la República Unida de la Soja 1





























Durante el mes de Mayo de 2017 el Archivo Caminante fue parte del ciclo Territorios en conflicto, programa de conferencias performáticas en el Teatro Nacional Cervantes.

Con la curaduría de Gabriela Massuh y Carlos Gamerro los cuatro martes de ese mes se realizaron las presentaciones públicas de El Manto. Nuevas noticias de la república unida de la soja.

El trabajo fue concebido y realizado junto a los antropólogos Gabriela Polischer y Carlos Masotta. Tuvo una primera etapa investigativa y luego su concreción multidisciplinaria en la Sala Luisa Vehil del Teatro Cervantes bajo la privilegiada supervisión de su director Alejandro Tantanian y su equipo, también de Rubén Schumacher.

Durante las conferencias tuvimos invitados de lujo: Marcos Filardi ( abogado de derechos humanos y soberanía alimentaria, integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires y de Abogados en Red por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos), Horacio Brignone (vecino de la localidad santafesina de María Juana e integrante del colectivo "Paren de fumigarnos") y Marcelo García (músico, percusionista de trayectoria internacional, exbaterista de León Gieco durante 26 años) que aportaron sus testimonios lúcidos y su arte.

El manto es, en parte, el resultado de dos experiencias situadas, dos recorridos por localidades del territorio nacional en los que el desmonte y las fumigaciones afectan dramáticamente a las poblaciones. Junto a Gabriela Polischer y Carlos Masotta estuvimos a fines de 2016 en la Tartagal (Departamento Libertador General San Martín, provincia de Salta) y a comienzos de 2017 en Las Petacas (Departamento San Martín, provincia de Santa Fé). En ambas ocasiones pudimos establecer lazos con las comunidades originarias y los vecinos, las principales víctimas de la maquinaria transgénica que da sustento al modelo extractivista hegemónico.

Debo un infinito agradecimiento para quiénes confiaron en nosotros brindando sus testimonios y colaborando para acercarnos a realidades que los poderes fácticos, los medios hegemónicos y los cómplices en el sistema judicial, el sistema de salud, en las universidades y las instituciones públicas y privadas de investigación científica ocultan sistemáticamente bajo su manto tóxico, tornándolas invisibles para la sociedad. En próximas entradas daré más información del proceso, de las colaboraciones y lazos creados y, finalmente, de las presentaciones en el teatro.



























































Fotos: DocAC/2017.

Sojacracia 5 / Territorios, escrituras y destinos de la memoria.

Los días 14 y 15 de marzo de 2017, el Archivo Caminante
formó parte de las Jornadas Internacionales Territorios, escrituras y destinos de la memoria,
en el Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires, Argentina.

Invitado por Fabiana Rousseaux, presentó la instalación fotográfica Sojacracia (2008-2016).
Programa del encuentro, vista general y detalles de la instalación.















































































Fotos: DocAC/2017.

Eduardo Molinari / Archivo Caminante

Mi foto
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Artista visual. Licenciado en Artes Visuales. Docente Investigador en el Departamento de Artes Visuales / Universidad Nacional de las Artes (UNA), Buenos Aires, Argentina. Su obra se compone de dibujos, collages, fotografías, instalaciones, intervenciones en el espacio público y publicaciones. En 2001 funda el Archivo Caminante. Desde 2010 coordina junto a Azul Blaseotto La Dársena, Plataforma de Pensamiento e Interacción Artística / Visual Artist. Professor & Researcher at the Visual Arts Department - National University of Arts, Buenos Aires, Argentina. His work is composed by drawings, collages, photographies, installations, public space interventions and publications. In 2001 he founded the Walking Archiv. Since 2010 coordinates with Azul Blaseotto The Dock, Platform of Thinking and Artistic Interaction. +info: www.plataformaladarsena.blogspot.com Contacto / Contact: archivocaminante013@gmail.com